Antes de la explotación comercial de recetarios ilustrados como los que ahora abarrotan los estantes de las librerías, los compendios de recetas sirvieron para formar la identidad nacional y educar a la población sobre su correcta nutrición.
Los primeros recetarios mexicanos y recorridos de la sazón nacional.
“El cocinero mexicano” lleva más lejos la intención de ennoblecer la cocina del país y de legitimar la Nueva República Mexicana ante el mundo: por un lado, depura los elemento hispánicos; por el otro, presenta una cocina equiparable incluso superior a la de los europeos.
En el nuevo Cocinero Mexicano la lista de elogios a los alimentos mexicanos es extensa:
- Los aceloxochitl (tigrinia pavonia) cultivados por los indios mexicanos compiten con las castañas de origen europeo.
- El ahuautle (huevos de un insecto nativo de las Lagunas de México) posee un sabor equiparable al del caviar.
- El maíz, el frijol y el pulque entre otros, son exhibidos como alimentos sabrosos y nutritivos que carecen de sustitutos en el viejo continente.
Teocentli
El cocinero mexicano las primeras menciones de los Antojitos hechos a base de masa de maíz en este Recetario, a pesar de no nombrarlos como todos los conocemos Antojitos Mexicanos, se enlistan recetas para elaborar “almuerzos ligeros, dispuestos con tortilla o masa de maíz”. Aparecen: las quesadillas hechas de masa de maíz fritas en manteca o “tortillas de metate” cocidas en comal, rellenas de queso añejo o fresco, chicharrón, sesos;, las chalupas, los envueltos, las enchiladas, los tlatlaoyos o tlacoyos y chilaquiles. .