El maíz es el cereal de los pueblos y culturas del continente americano. Las más antiguas civilizaciones de América –desde los olmecas y teotihuacanos en Mesoamérica, hasta los incas y quechuas en la región andina de Sudamérica– estuvieron acompañadas en su desarrollo por esta planta.
Maíz Duro: Se caracteriza por sus granos suaves, redondos y duros y se utiliza para la producción de fécula de maíz y es destinado casi totalmente para el consumo humano y el resto, como alimento para animales. Los granos de este maíz se presentan en diversos colores, como blanco, negro, amarillo, rojo, azul, verde o púrpura.
Maíz Dulce: Sus granos contienen azúcar en grandes proporciones y suelen prepararse asados o hervidos.
Maíz Reventador: se caracteriza por ser extremadamente dura y suele consumirse como bocadillos (palomitas).
Maíz Dentado: Son dentados de color amarillo suelen destinarse como alimento para animales, mientras que los de color blanco, para el consumo humano.
Maíz Harinoso: Es típico de México y de la zona andina y cuenta con almidón muy blando y se caracteriza por contar con granos de distintas texturas y colores.
Maíces Cerosos: Su cultivo se limita ciertas zonas asiáticas y China, país en el que se descubrió. Debido a sus propiedades particulares, este maíz está siendo investigado para poder ser utilizado es actividades industriales.
Maíces opacos con proteínas de calidad: Se cultiva en países como Ghana, Brasil, Sudáfrica y China y contienen dos aminoácidos (triptófano y lisina).
Maíz Baby: se hallan en climas tropicales y pueden ser cosechados durante todo el año. Se cosechan previo a la etapa de polinización para ser envasados y consumidos al momento.