El teocintle tuvo gran influencia en la alta variabilidad genética y desarrollo de las principales razas de maíz en Mesoamérica, como por ejemplo las razas Reventador, Tepecintle, Comiteco y Olotillo, donde se postula que el teocintle ha sido uno de sus progenitores directos.
Crece como planta silvestre y puede aparecer en los sembradíos de maíz como una maleza, coincidiendo los períodos de floración llevándose a cabo constantemente cruzamientos naturales entre las dos especies, encontrándose híbridos fértiles entre las dos especies, facilitando el intercambio genético con el maíz cultivado; esta facilidad de hibridación podría ser una herramienta útil para incrementar la variación existente en el maíz, sobre todo con los elementos genéticos asociados con la tolerancia a factores bióticos y abióticos y con la productividad en general.
Nos encontramos que es una planta en peligro de extinción regulada en la NORMA Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, Protección ambiental-Especies nativas de México de flora y fauna silvestres-Categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio-Lista de especies en riesgo. Los diferentes estudios para dilucidar el origen del maíz, realizados por diversos grupos de investigación se concluye que el teocintle es el ancestro del maíz actual, siendo la especie más cercana Zea mays ssp parviglumis silvestre y que dicho origen podría haber sido en la región del Balsas en el estado de Guerrero.
En conclusión estos estudios de grupos de investigadores, han realizado programas de recursos fito-genéticos nacionales e internacionales estableciendo relaciones más estrechas entre los fitomejoradores y los biotecnólogos, para un uso más efectivo de los genes poco conocidos, presentes en los recursos genéticos disponibles que coadyuven a obtener la sustentabilidad y seguridad agroalimentaria sin un deterioro del ambiente y así evitar la extinción de esta planta silvestre.