Los escamoles son un platillo de origen prehispánico cuyo nombre proviene de la lengua náhuatl, donde azcatl significa “hormiga” y molli significa “guiso” o “salsa”.
Ésta deliciosa hueva de hormiga es una exquisitez que sólo se come en tierras mexicanas y, para aquellos que no estén familiarizados con el ingrediente, los escamoles son larvas grandes y de un sabor muy delicado de la hormiga Liometopum apiculatum. Se suelen cocinar con un poco de ramas de epazote y aceite, mantequilla o manteca, y comer en un rico taco con guacamole para disfrutar de lo que muchos han llamado, el caviar mexicano.
Los mexicanos prehispánicos comían escamoles principalmente por necesidad y ahora son un plato exótico por el que sus fanáticos no escatiman en pagar.
Nutricionalmente es un alimento muy sano ya que tiene una alta cantidad de proteínas, alrededor de cuatro veces más que la carne, además de que contienen aminoácidos esenciales para la nutrición.